lunes, 9 de octubre de 2017

AMMU ENTREGA SUS BECAS DE ESTUDIOS 
CURSO 2017-18

El pasado sábado, día 9, AMMU hizo entrega de sus becas de estudios a las hermanas Sara y Esther Teso Cuesta, por su excelencia académica, que comenzarán a cursar estudios superiores de Biotecnología y Grado de Matémáticas e Informática, respectivamente.

De izda. a dcha. Natalia Velasco, vicepresidenta de AMMU, Sara y Esther Teso Cuesta y María Luisa Maillard, presidenta de AMMU, haciendo entrega del importe de las becas y de una selección de libros de la colección de biografías de mujeres relevantes de AMMU.

Las hermanas Teso Cuesta con sus orgullosos padres, que motivos tienen para estarlo.

Las hermanas Sara y Esther, con algunas socias de AMMU presentes en la entrega de becas


¡¡MUCHAS FELICIDADES A SARA Y ESTHER TESO CUESTA
Y ÁNIMO CON LOS ESTUDIOS ELEGIDOS!!



PROXIMA TERTULIA LITERARIA AMMU



SE COMENTARÁN LOS LIBROS


En Kreshev, un pacífico y diminuto shtetl situado a orillas del río San, en Ucrania, y bordeado por espesos bosques, la vida transcurrió siempre sin grandes sobresaltos. Sus habitantes, bajo la pesada carga de sus humildes oficios, «carecían de fuerzas e inclinación para cometer grandes pecados». Pero la llegada a ese remoto lugar de un rico negociante en maderas, al que acompañan su esposa enferma y su jovencísima hija, desencadenará, ante la mirada atónita del lector, una cadena de insólitos acontecimientos, guiados implacablemente por la mano de Satanás (cuya voz escuchamos de la primera a la última línea del libro). Tentación y pecado, fe y superstición, fantasía y realidad, inocencia y perversión, arrepentimiento y castigo se entremezclan en un crescendo imparable que conduce hasta un trágico final.


Isaac Bashevis Singer

Escritor polaco de origen judío, Isaac Bashevis Singer fue hijo de un rabino jasídico y se trasladó con su familia a Radzymin y posteriormente a Varsovia, en donde ingresó en el Seminario Rabínico que más tarde abandonaría.

Bashevis comenzó a dar clases de hebreo y entró a trabajar en el periódico Bleter Literarische, primero como corrector y luego como editor. En 1935 emigró a Estados Unidos, residiendo en Nueva York, y trabajando en el periódico The Forward, en el que comenzó a publicar, y desde entonces a la literatura, escribiendo casi siempre en yiddish.

Bashevis era un acérrimo defensor del vegetarianismo, lo que hizo notar en varios de sus libros. En el año 1973, recibió el Nacional Book Award, y en 1978 el Premio Nobel de Literatura.

De entre su obra habría que destacar títulos como Satán en GorayLos herederosEl mago de Lublin, La destrucción de Kreshev o Enemigos, una historia de amor.











Otra vuelta de tuerca está considerada la historia de fantasmas por antonomasia y un hito insoslayable en la historia de la literatura universal. Protagonizada por una joven institutriz al cuidado de dos niños en una mansión victoriana, a lo largo de la narración intervienen presencias y personajes tal vez sobrenaturales. La anterior institutriz y el sirviente murieron en extrañas circunstancias. ¿Cuál es el secreto que se oculta entre los muros de la mansión? Para descubrirlo, el autor nos conducirá magistralmente por los vericuetos de la historia en un sostenido e inquietante crescendo.


Henry James

Autor y ensayista americano, Henry James fue uno de los grandes escritores de finales del siglo XIX, conocido tanto por sus novelas y relatos cargados de tensión psicológica como por sus ensayos sobre teoría literaria.

James pasó la mayor parte de su vida en Europa, sobre todo en París y Londres, llegando a obtener la nacionalidad británica, aunque pasó su juventud en Estados Unidos, estudiando en universidades como Harvard y Cambridge, donde estudió Literatura.

Sus obras se caracterizan por una gran fuerza de los personajes y de su mundo interior, así como por la combinación de ideas y situaciones a caballo entre la vieja Europa y los Estados Unidos. A lo largo de su carrera, James escribió títulos tan conocidos como Otra vuelta de tuerca, Retrato de una dama, Los embajadores, La copa dorada o Las bostonianas.

Como crítico literario, James fue uno de los renovadores del estudio de la novela y apostó por una nueva interpretación del desarrollo y la relación del autor con el lector, como se puede leer en su ensayo más importante, El arte de la novela. Además, James también se adentró en el mundo del teatro, tanto en la crítica como en la propia dramaturgia.

La recepción de su obra en vida no fue del agrado de los críticos y durante la primera mitad del siglo XX recibió numerosas críticas negativas que, con el paso del tiempo, han ido desapareciendo hasta reconocer la calidad de sus textos.

Varias de sus novelas y relatos han sido adaptados al cine con gran éxito, como Otra vuelta de tuerca, La heredera, La copa dorada o Las bostonianas.









En 1940 los alemanes llevaron a cabo una invasión relámpago con el fin de anexionarse Bélgica y Francia. Como consecuencia, unos 400.000 soldados belgas, franceses e ingleses quedaron sin salida posible en las extensas playas de Dunkerque. Los ingleses pusieron en marcha la Operación Dinamo con el fin de rescatarlos. En esa misión participaron, además del ejército inglés, los civiles que pusieron sus embarcaciones y sus vidas en peligro atravesando el Canal de la Mancha para contribuir a rescatar el mayor número de hombres posible. Esta misión logró salvar, en apenas ocho días, la vida de 338.226 soldados aliados, 215.787 de nacionalidad británica y el resto de nacionalidad belga y francesa. Todo un éxito si tenemos en cuenta que tenían que hacerlo bajo los ataques en picado de los temibles aviones Stuka alemanes. Quedaron sin poder ser rescatados 40.000 soldados, la mayoría se entregaron a los alemanes. Y es este episodio el que nos cuenta de manera magistral el directo Chistopher Nolan en su última película, Dunkerque.

Los protagonistas de esta película no son personajes individuales, son el horror de la guerra y el sufrimiento de unos hombres en situación límite. Sin apenas diálogos y con unas imágenes potentes, nos relata el miedo a perder la vida, la angustia ante el vacío, el pavor a los otros, la soledad del salvase quien pueda, la solidaridad existente en las peores situaciones, el horror al futuro tras una experiencia que saben les marcará, de una manera u otra, para siempre. La guerra, nos viene a decir Nolan, sólo es desolación y horror.

La película trascurre en tres tiempos: una semana, un día, una hora; y en tres espacios: tierra, mar y aíre. El metraje, la fotografía, el sonido y el montaje son magníficos, pero hay momentos en que esa perfección técnica hace que sintamos cierto frío en la narrativa. Es como si el director no quisiese dejarse llevar por la emoción y de paso se la hurta al espectador. Un ejemplo son las magníficas  escenas bélicas aéreas que a veces resultan abrumadoras ya que nos distraen de lo que les sucede a los hombres que hemos dejado en tierra y en mar luchando por sus vidas. El hecho de que sea una película coral, que narra un hecho histórico y que no ahonda en las historias individuales, le quita calidez. La épica y la técnica superan a la emoción. Sin embargo, nos conquista cuando nos habla sin grandilocuencia de esos héroes anónimos y modestos que representan sin banalidad ni altanería al hombre que quiere amparar al otro. Nos acerca humanamente a los que se han roto íntimamente y a los que intentan acobardados salvarse  a costa de lo que sea.

Al final, padece de un lamentable acento patriotero realzando el rol histórico de Inglaterra y de Churchill,  olvidando la heroica resistencia del ejército francés reteniendo a los alemanes en tierra lo que facilitó el éxito del rescate.


¿Es una magnífica película? Lo es. ¿Es una obra maestra? No, hay en ella algunos momentos de frialdad que hacen que el espectador se desconecte, lo que le quita algún mérito. Si usted desea ver una película para pasar un rato agradable, absténgase. Si quiere ver una buenísima película cuyo tema y personaje principal sea la guerra, no se la pierda. 

ISABEL BANDRÉS








La película se concreta en los días previos al decisivo desembarco de las tropas aliadas en las costas francesas de Normandía en 1944, hecho histórico que dio inicio al fin de la Segunda Guerra Mundial. El director, Teplitzky, elige centrarse en la figura de Churchill durante esos días claves. Nos retrata a un Churchill deprimido (durante toda su vida sufrió depresión) en el ocaso de su vida política y vital. Durante más de una hora, la cinta señala machaconamente sus dudas y temores ante una estrategia que consideraba errónea y que le recuerda el desastre de Gallípoli en la Primera Guerra Mundial del que de alguna manera fue y se siente responsable.

La película es en su mayoría es un bucle estático que no avanza en la narración y repite una y otra vez, sin ningún piedad para el espectador, la misma historia: sentimiento de culpabilidad, crisis personal, actitud petulante, carácter insoportable, enfrentamiento con los aliados y en especial con Eisenhower y los generales… El guión parece olvidar que Churchill fue mucho más que eso. Historiadores y biógrafos señalan su gran sentido del humor, su coraje, su destacada faceta de  negociador, su excelente oratoria…  

El mejor momento de la película es su conversación con el rey Jorge VI, breve, lo que se agradece, y redonda en parte por  la actuación austera y ajustada de James Purefoy. Es destacable la actuación de Miranda Richardoson en su papel de una Clementine, mujer de Churchill, fuerte y abnegada. El gran Brian Cox hace lo que puede, que es mucho, con lo que le ha tocado: un Churchill lleno de flaquezas y de ataques de nervios.

Una película aburrida y tediosa a la que hay que reconocer algunos méritos importantes: buena dirección de actores y una narración académica impecable.

ISABEL BANDRÉS










En Su mejor historia el Ministerio de Información del Gobierno británico ordena, durante los bombardeos que sufre Londres en la Segunda Guerra Mundial, hacer una película sobre la supuesta hazaña de dos hermanas gemelas que van en su barquito a salvar a los acorralados soldados británicos atrapados en Dunkerque. Esta película por encargo, claramente propagandista, debe servir para elevar el ánimo de los ingleses, exaltar su heroísmo, fomentar la solidaridad y dotar de esperanza a la sufriente población civil, asegurándole que la justicia está de su parte.

La directora danesa Lone Scherfig, autora entre otras de dos películas estupendas como son Italiano para principiantes y An Education, divide la película en dos narraciones paralelas: por una parte, el trabajo de realizar una película al gusto del Ministerio de Información; y por otra, las relaciones personales de los personajes. Al mismo tiempo, la dota de dos vertientes: la romántica-dramática y la de comedia. Pero también aprovecha para hablarnos de otras muchas cosas: del intento de la población civil de mantener la solidaridad y la moral alta mientras se vive bajo la constante amenaza de las bombas, de la lucha de las mujeres para ser reconocidas como iguales por su talento y por su esfuerzo, de la capacidad del ser humano  para seguir adelante aún en las peores circunstancias, de las manipulaciones de los políticos, del oficio del actor, de los sentimientos que dan sentido a la vida, de corazones rotos y recompuestos, de las penurias de la población civil en la guerra…. Y todas estos temas se desarrollan de manera equilibrada dando como resultado una especie de tragicomedia que se mueve entre la dura realidad de la guerra y el encanto de la humanidad de sus protagonistas.

Hay que destacar la labor como protagonista principal de Gemma Arterton que proyecta un personaje creíble y bien armado, combinando dulzura y fortaleza al tiempo que mantiene una estupenda química con su partenaire Sam Claflin. Mención aparte merece el actor Bill Nighy que brilla en su papel de un actor narcisista de capa caída, histriónico y divertidísimo.

Película sutil que no posee grandes alardes narrativos ni técnicos, pero destila un encanto y una ligereza especial. Mezcla comedia, delicadeza, drama y ternura, sin caer en los excesos o en el mal gusto, sabe mantenernos pendientes  de la pantalla y logra que simpaticemos con sus personajes.


¿Una gran película? No. Pero sí una película tierna, pequeña, cálida, humana, agridulce, triste, irónica, sutil… Háganse un agradable regalo y no se la pierdan

 ISABEL BANDRÉS










¿SOY FÓBICO?

Una gran parte de la población padece en silencio algún tipo de miedo o fobia que supone una gran limitación en su vida. Podría ser el caso de los que dicen: "ahora ya no salgo a desayunar fuera", "estoy más tranquilo en casa, hay menos ruido" o "así el desayuno me sale más barato"; estas son las excusas que una persona fóbica se impone en el curso del tiempo. Lo que en sentido corriente podría interpretarse como un deseo de cuidar el dinero, en realidad, nos está hablando de cómo el síntoma que padece va ganando terreno.

El sujeto fóbico va construyendo distintas escenas donde algo, sin que él se de cuenta o intervenga, está transformándose, lo cual no quiere decir que los que enferman sean culpables porque ellos no sabían que su destino era padecer una fobia.

Una persona fóbica es capaz de no variar ni un milímetro su itinerario conocido porque la más mínima desviación la sumerge en la angustia. De manera sistemática acude siempre a la misma cafetería, se toma el mismo desayuno a eso de las diez de la mañana y, casi siempre, pronuncia las mismas palabras.

Es un especialista en evitar cualquier variación.

El gran descubrimiento psicoanalítico fue llegar a saber que la fobia es una protección contra la angustia, sus síntomas no se forman sino para impedir el desarrollo de ésta, que sin ellos se impondría inevitablemente.




Siempre que hablemos de fobias estaremos hablando de una angustia que denominaremos real, insoportable para el sujeto, por eso hay siempre un desplazamiento de la angustia sobre un objeto exterior. Es en ese momento cuando la persona ya no tiene más angustia: ahora tiene miedo, fobia a un animal determinado, a viajar en avión, a los ascensores, a las tormentas, tiene vértigos, mareos cuando está en el supermercado, etc.

Con este síntoma el sujeto vive en permanente estado de alerta, corta por lo sano, evita toda situación anómala, así la angustia está "sitiada", localizada. Lo que pasa es que no es cualquier objeto o situación, sino que es un objeto que tiene historia, una historia  significante. Si se le permite desarrollar su discurso nos irá mostrando lo absurdo de esa conexión, de ese exagerado temor a ciertos lugares y objetos.

Lo importante entonces no es el síntoma, sino que el síntoma ya es una elaboración de lo que está en juego.

Sin una escucha especializada enraizada en esta concepción es imposible curar al paciente,  pues siempre hay satisfacción en el síntoma. Puedo seguir gozando con él, con la deformación de mi enfermedad, con mi deformidad, o puedo someterme al goce de hablar, dejarme hablar, para producir otra historia donde no comande mi síntoma, sino me deseo, eso que sólo puede ser producido en un tratamiento.

LIDIA ANDINO
PSICOANALISTA GRUPO CERO






ROSARIO HERRERA GUIDO

DESDE LA UNIVERSIDAD DE MICHOACÁN-MÉXICO





DONALD TRUMP: 
EL PELIGRO ESTÁ EN SUS MENTES Y SU SISTEMA
"La relación del yo con el otro es imaginaria,pues para ser lo requiere espejo. Pero como es y no es yo, una “pequeña diferencia” puede crispar la rivalidad narcisista, que tenderá a resolverse en la agresión y en casos extremos en el exterminio, que siempre es autoagresión, por lo que tiende hacia el suicidio, pues pretende eliminar el mal que está en sí mismo, golpeando la propia imagen". 
Jacques Lacan
Después de que Stephen Craig Paddock, el estadounidense que mató a decenas de personas en Las Vegas, el contador jubilado, millonario y apostador de 64 años, que vivía junto a un apacible campo de golf cerca de la capital del juego, Donald Trump termina un mensaje en su cuenta de twitter con la embustera frase: “Qué Dios los bendiga”.
No se podía esperar otro dislate del insensato inquilino de la Casa Blanca, el agresivo candidato a la presidencia de los EU, el padre de hijos cazadores de especies silvestres en extinción, el que llegando a la Oficina Oval lanza la Madre de todas las Bombas a Siria, el que riñe con las estrellas de Hollywood, con King Yong Un, con los deportistas, con la Alcaldesa de Puerto Rico, con todas y todos, menos con los empresarios de la National Riffle Asocciation, uno de los poderes más influyente de América, que lo llevaron a la silla presidencial y sostienen su desbordante pulsión de muerte, a quienes nunca traicionaría, ni él ni su Partido Republicano, tan bélico como suicida, como debe ser, pues quien agrede se auto agrede, quien mata se mata.
Por lo que cabe afirmar que el peligro no son los migrantes mexicanos ni los del resto de los pueblos del mundo, sino las mentes de los pendencieros líderes políticos y de los ciudadanos que los siguen, tan tocados que tras este brutal genocidio, salieron a comprar más armas para defenderse ¿de las armas y masacres? El peligro está en sus mentes y su sistema, y no puede ser protegido por ningún muro, porque está en casa, pero expulsado del discurso, por eso explota espectacularmente, como las bombas de Hiroshima y Nagasaki (Octavio Paz, El signo y el garabato).
La relación del yo con el otro es imaginaria, pues para ser yo requiere del otro como espejo, sin el que no podría ni siquiera caminar erguido, pero el otro percibe el mal que amenaza al yo: el semejante como espejo. El otro es el mal, porque es y no es yo: puede ser yo, pero una “pequeña diferencia” puede crispar la rivalidad narcisista, que tenderá a resolverse en la agresión y hasta en el exterminio, que siempre es autoagresión. Un modo imaginario de relación que se caracteriza por el desconocimiento de sí, que percibe en el otro el mal del mundo, y que tiende hacia el suicidio, pues pretende eliminar el mal que está en sí mismo, en el otro, golpeando la propia imagen. Un desconocimiento de sí que lleva a poner en el otro lo que los griegos llamaban el kakon (el mal), que no puede percibir en sí mismo: por ello lo que golpea no es otra cosa que el kakon [el mal] de su propio ser (Lacan, “Acerca de la causalidad psíquica”, Escritos 1, México, Siglo XXI, 1995:165). Una violencia que consiste en la exclusión del Otro, el diferente —identificado con el mal— que debe ser segregado, que produce una fascinación insoportable que ejerce el goce supuesto al Otro, encarnado míticamente en el padre primordial que debe ser rechazado del clan de los hijos para poder fundar la comunidad cultural.
“Era apenas un tipo normal. Algo se quebró en él, algo ocurrió”, afirmó su hermano Eric Paddock. Quien no termina de vincular que su padre estuvo en la lista de los más buscados por robo a bancos en los años 1960 por el FBI, que por entonces declaró que era un hombre peligroso y psicópata. Pero él no tenía antecedentes penales, ¿historial de enfermedades mentales?, ¿ni especial pasión por las armas?, según aseguró su familia atónita. Y tampoco es vinculante para su familia el arsenal de armas automáticas y explosivos encontrados en su habitación del hotel Mandalay Bay, desde el que disparó por casi 10 minutos ráfagas contra una multitud indefensa que asistía a un espectáculo de música country, donde al menos 58 personas murieron y más de 500 resultaron heridas, en el tiroteo más mortífero en la historia reciente de los Estados Unidos.
“Es como si un asteroide hubiese hecho impacto sobre la familia. No tenemos idea de qué ocurrió”, señalo su hermano Eric en otra entrevista al diario Las Vegas Review-Journal. Tampoco es vinculante para este despistado hermano, ni para el FBI (que cree saberlo todo) ni para el gobierno de Norteamérica, que el multi homicida Stephen Paddock tenía un permiso para caza mayor (igual que los hijos de Donald Trump). Porque no saben o fingen no saber que la caza no es un deporte, sino una actividad que sirve de coartada a los criminales inconscientes, que un día pasan al acto y terminan por matar a quienes son o representan su verdadera presa.
Don Raso, en el canal de TV de la National Riffle Asocciation, pronto apareció en la pantalla a decir otro demente disparate: “La National Riffle Asocciation, es el lugar más seguro para la libertad”. Frente a semejante tragedia, Don Raso engarzaba palabras como “héroes”, “batallas”, “libertad”, para buscar la tranquilidad psicológica de los que venden, compran y usan armas, cobijándolos con la santidad de la bandera de las barras y las estrellas.
Una añeja historia, ya enmohecida, en la que se sostiene un sistema de engañosas gestas y sangrientas masacres, honra el 15 de diciembre de 1791 (15 años después de la Revolución de Independencia de 1776), fecha en la fue incorporada a la Constitución la segunda enmienda, que resguardaba “el derecho del pueblo a tener y portar armas”, para “garantizar un Estado libre”. Porque el cuarto presidente, James Madison, argumentó que el uso de armas sin restricciones serviría para ejercer el derecho ciudadano a la legítima defensa, incluso ante la eventual extralimitación del poder del Estado. De modo que la defensa de la bandera es el estandarte santo y la segunda enmienda el credo). El objetivo de la NRA siempre ha sido derrotar donde sea y cuando sea necesario la histeria anti-armas, pues si no se acaba el Gran Negocio, un emporio suicida de embaucadores y timados. Para ello es preciso hacer de la tragedia de Las vegas una pesadilla de la que sólo hay que despertar para seguir comprando más armas. Por lo que sí es preciso exclamar: ¿Qué Dios los bendiga?
Una antigua vecina del atacante y suicida, Diane McKay, dijo al diario The Washington Post, que el hombre era extraño, muy reservado: “Alguien puede ser por lo menos un gruñón, algo, pero no, él no era nada”. Justo está sensación, de no ser un sujeto sino un objeto, es lo que caracteriza al psicópata, el que lleva su delirio al acto.
ROSARIO HERRERA GUIDO











UXIA & CRISTINA FERNANDEZ





https://www.youtube.com/watch?v=jT08nXnkkok








SU CARA OCULTA YA NO LO ES TANTO...

POR PRIMERA VEZ PODEMOS CONTEMPLAR 
LA ROTACIÓN COMPLETA DE LA LUNA







El período de rotación de 24 horas de la Tierra es una de las características que hacen que en nuestro planeta exista la vida, permitiendo que la mayoría de las regiones de la Tierra se mantengan a una temperatura agradable y cómoda, al estar bañadas de luz solar durante el día y oscuridad durante la noche.

¿Por qué giran la Tierra y los demás planetas? Para responder a esta pregunta, nos será útil comprender cómo se formó nuestro Sistema Solar. Hace casi cinco mil millones de años, nuestro Sistema Solar tuvo sus comienzos como una vasta nube de polvo y gas. La nube comenzó a contraerse, aplanándose hasta convertirse en un gigantesco disco que giraba más y más rápido, de manera similar a una patinadora, que acerca sus brazos al cuerpo para girar con mayor rapidez. El Sol se formó en el centro, y el gas y el polvo turbulentos en el resto del disco giratorio se agruparon para producir los planetas, las lunas, los asteroides y los cometas. La razón por la cual tantos objetos están en órbita alrededor del Sol en casi el mismo plano (llamado eclíptico) y en la misma dirección, es porque todos se formaron a partir de este mismo disco.

Mientras se formaban los planetas, había poca tranquilidad en nuestro Sistema Solar. Con frecuencia chocaban entre sí trozos de materia de todo tamaño, y se quedaban pegados entre sí o se tocaban apenas, quitándose pedazos y haciéndose girar aún más. A veces la gravedad de los objetos más grandes capturaba los más pequeños dentro de su órbita. Esto podría ser una manera en que los planetas obtenían sus lunas.

Los científicos piensan que un objeto grande, tal vez del tamaño de Marte, chocó con nuestro joven planeta, quitando un trozo de material que con el tiempo se convirtió en nuestra Luna. Este choque hizo girar a la Tierra a una velocidad incluso más rápida. Los científicos estiman que un día en el primer período de vida de la Tierra sólo duraba unas 6 horas.

La Luna se formó mucho más cerca de la Tierra de lo que está hoy en día. A medida que gira la Tierra, la gravedad de la Luna hace que los océanos parezcan subir y bajar. (El Sol también hace esto, pero no tanto.) Hay un poco de fricción entre las mareas y la Tierra que gira, causando que la rotación disminuya un poquito su velocidad. A medida que la Tierra disminuye su velocidad, permite que la Luna se aleje un poco más.

Podemos usar relojes atómicos extremadamente precisos para medir exactamente cuánto está disminuyendo la velocidad de la rotación. Dentro de cien años, un día tendrá unos 2 milisegundos más que hoy en día. Dos milisegundos significa 1/500 de un segundo, o aproximadamente el tiempo que demora un automóvil que viaja a 55 mph desplazarse 2 pulgadas-en otras palabras, mucho menos que un abrir y cerrar de ojos. ¡De modo que si llegas a cumplir 100 años, no podrás quejarte que los días se están haciendo más cortos! Sin embargo, a este paso, no tendrás que preocuparte que los días se alarguen tanto para cambiar demasiado las cosas.












1 comentario:

  1. El blog ha quedado estupendo, lo iré leyendo pausadamente para disfrutarlo.
    Gracias por aceptar mi modesta colaboración.
    Un abrazo.

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