sábado, 4 de febrero de 2017






CONVOCATORIA DE BECAS 
AYUDA A LA EDICIÓN DE TESIS DOCTORALES





INTRODUCCIÓN:

La Asociación Matritense de Mujeres Universitarias (AMMU) es una O.N.G. miembro de la Federación Española (FEMU) que, a su vez, pertenece a la Federación Internacional (GWI) que agrupa a más de 60 países de todo el mundo. Desde su mismo nacimiento en los años 20 la GWI, antes FIMU, ha promovido el acceso a la cultura y a la educación de la mujer en todas las etapas de su existencia. Siguiendo esta línea de actuación, la AMMU promueve una colección divulgativa de biografías de mujeres que han destacado en cualquier terreno del conocimiento y este curso 2016-2017 convoca dos becas de ayuda a la edición de tesis doctorales escritas por mujeres que hayan obtenido Premio Extraordinario.

OBJETIVO:

El programa de becas que inicia el curso 2016-2017 la AMMU tiene como objetivo facilitar la difusión de aquellos trabajos de investigación escritos por mujeres marcados por la excelencia. El objeto de investigación se circunscribirá este curso al área de Humanidades. En sucesivas convocatorias se irá alternando con el área de Ciencias.

REQUISITOS:

1. Se podrán presentar doctoras de cualquier edad que hayan obtenido Premio Extraordinario en la finalización de su doctorado presentado en las Comunidades Autónomas de Madrid y Castilla-León.

2.    No podrán presentarse doctoras matriculadas en centros de titularidad extranjera.

3.    Los trabajos deberán haber sido presentados en castellano.


4. Las aspirantes deberán solicitar el formulario de participación al correo electrónico: strillod@gmail.com y devolverlo al mismo correo, debidamente cumplimentado.
5.      El formulario de solicitud necesario para acreditar la identidad de las participantes deberá completarse con los siguientes documentos:

Título y resumen del objeto de investigación, que no exceda las tres páginas.

Documento que acredite la concesión del Premio Extraordinario.


PLAZO DE SOLICITUD:

Teniendo en cuentas las diferentes fechas en las que se adjudica el Premio Extraordinario, según las distintas facultades, la presentación de solicitudes se hace extensible desde el 1 de enero al 30 de junio de 2017.


IMPORTE DE LAS BECAS:

Se establece una cuantía de 600 euros para cada una de las becas concedidas. 

En un plazo máximo de tres meses, tras agotarse el plazo de solicitud, se hará público el fallo del jurado y se realizará transferencia bancaria a la cuenta de las solicitantes que hayan obtenido dichas becas.

Las autoras seleccionadas también serán obsequiadas con la Colección de Biografías de Mujeres que promueve la AMMU.








PRÓXIMA...











El Espectador se dirige a lectores ansiosos de verdad, capaces de contemplar, de interesarse por la realidad misma, con un trozo de su alma libre de política, lec­tores meditabundos y sin prisa, «advertidos de que toda opinión justa es larga de ex­presar» El Espectador es «un libro escrito en voz baja». El Espectador, bajo la enor­me variedad de sus temas, oculta siempre una actitud filosófica; su primer ensayo, «Verdad y perspectiva», es una formula­ción del perspectivismo orteguiano, como superación del racionalismo y del relati­vismo. La perspectiva es una componente de la realidad; no es su deformación, sino su organización; la fidelidad a la perspectiva (histórica e individual) es la condi­ción del logro de la verdad, que sólo pue­de descubrirse desde un punto de vista determinado y concreto. La circunstancialidad de la obra de Ortega, ya afirmada en las Meditaciones del Quijote (v.), se man­tiene a lo largo de todo El Espectador.




José Ortega y Gasset fue un filósofo y ensayista español, exponente principal de la teoría del perspectivismo y de la razón vital —raciovitalismo— e histórica, situado en el movimiento del novecentismo.








YA EN IMPRENTA  NUESTRA BIOGRAFÍA Nº 34 !!




Nos encontramos ante una mujer, Lou Andreas-Salomé (San Petersburgo 1861- Gotinga 1937) que ocupó en Europa un lugar destacado en el mundo del pensamiento de principios del siglo XX. Su fulgurante presencia y agudísima inteligencia cautivó a algunos de los más notorios pensadores y artistas de la época, como Nietzsche, Rilke y Wagner, sin perder su libertad. Todo esto la llevó al decisivo encuentro con Freud. Enfrentada a los tabúes que la destinaban a la vida familiar o, en todo caso, a ser musa inspiradora, nos dejó la lúcida huella de una vida plena en novelas y ensayos donde el amor, los prejuicios y el erotismo tienen un lugar relevante.

AUTORA:

LIDIA ANDINO TRIONE


Lidia Andino Trione es licenciada en matemáticas por la Universidad de Buenos Aires. Reside en Madrid desde 1977, donde realiza su formación psicoanalítica en la Escuela de Psicoanálisis Grupo Cero. Se dedica al trabajo clínico y a la coordinación de grupos. Ha participado en Congresos Internacionales con ponencias acerca del límite entre la producción conceptual y la entrada en la psicosis. Ha publicado, Psicoanálisis de la maternidad (1994); y en colaboración: Objeto y castración en psicoanálisis (1995), Vigencia de Sigmund Freud (1996), La vida cotidiana al diván (2007) y Mujer profesional, mujer creadora (2009). En esta misma colección de Eila Editores: Vida de Ada Byron (2009). Participa con artículos sobre su especialidad en revistas de ámbito nacional e internacional.


LA PRESENTACIÓN DE ESTA BIOGRAFÍA SERÁ EL 



A LAS 19:00 H

BIBLIOTECA PABLO NERUDA - ARGANDA DEL REY

C/ Tiendas, 8











NUEVO LIBRO DE EMILIO GONZÁLEZ MARTÍNEZ

AMMU ESTUVO EN SU PRESENTACIÓN

Emilio González Martínez




RESEÑA de Palabrando


MARÍA LUISA MAILLARD


Emilio González Martínez, autor del libro de poemas que nos ocupa, nació en 1945 en Buenos Aires y reside desde 1977 en España. Si bien ha sido más larga la permanencia entre nosotros que en su tierra natal, su poesía nos confirma que la huella de la inocencia, de las primeras experiencias, es indestructible. Poesía es vivir según la carne, dice la filósofa María Zambrano, y la carne se arraiga en los ojos que se abren al mundo desde el deseo y desde esa incógnita que se cierne sobre todos nosotros, ese cero que, en palabras del poeta, es como "un misil ardiente contra la quietud".

Emilio González, desde su larga trayectoria como psicoanalista, es un gran conocedor del alma humana, esa palabra hoy olvidada y que sólo el poeta no tiene empacho en recuperar. Ya en su libro de poemas Escoba de quince (abecedario de la poesía) y, bajo el aparente juego que el título sugiere, el poeta nos ofrecía esa palabra que esconde la emoción y lo hacía desde la sencillez, que es la generosidad de la palabra más difícil de lograr, sin escamotearnos algunas de sus principales influencias.

Ahora nos presenta Palabrando, título que con ese gerundio sugiere la palabra en movimiento, esa palabra "que va de vuelo" hacia territorios ignotos. No es una palabra habitual en nuestros pagos, pero sí entre nuestros hermanos argentinos, colombianos, chilenos y ecuatorianos que siempre enriquecen el español con nuevos registros.

La palabra es la gran protagonista de este poemario, esa palabra capaz de hacerle un quite a "esa atroz maravilla" que es la vida. La palabra capaz de recuperar las "antiguas hojas de vida /caídas como primaveras del silencio". Capaz de dar nombre a ese momento en que la inocencia  "esa antigua emoción/ estancada en los pequeños mares / donde peces infinitos/ se ahogan" escapa como doncella recatada y esquiva, y la vida se convierte en una "herida absurda". La palabra capaz de dar nombre a la memoria porque "las miradas del recuerdo/ se hacen de noche palabras/ se hacen ruiseñores ciegos/ en las costuras del verbo".

Qué mejor forma que algunos de los versos de este poemario en el que los guiños a algunos de sus poetas preferidos, abundan en la realidad de que todos somos hijos, no sólo de nuestros padres y de nuestros actos, sino de todos aquellos que nos precedieron y abrieron un surco en el camino.

Y, cómo no, hemos escogido el poema titulado "La palabra".


                              LA PALABRA

                              Como un guante,
                              la palabra tercia
                              acariciando el plasma del silencio.

                              Como un guante
                              se vomita a sí misma,
                              calla y extiende sus dedos
                              en los signos del vacío.

                              Vierte cataratas de luz sobre los ciegos
                              engendros de la muerte,
                              estalla como un toro de bronce,
                              incandescente, imprevista,
                              loca y natural.

                              Canta en las alturas
                              a la hora en que cantar
                              es el trozo sanguíneo
                              de la voz sobre tu cuerpo
                              y ahí se esfuma

                              Frágil marcha
                              por los senderos de la carne
                              astuta carne del sentido,
                              marca voraz, deslumbrante,
                              como un balazo perfecto
                              y desviado.




















MARÍA JESÚS MINGOT

"Escribo para no responder a ninguna pregunta, tan solo como un vacilante intento de llegar a bosquejarlas".




Nacida en Madrid, doctora en Filosofía con una tesis sobre Nietzsche, Nihilismo e Historia. Profesora titular en la Universidad Autónoma de Madrid, autora de una novela, El vértigo de las cuatro y media y de tres libros de poemas: Cenizas, Hasta mudar en nada y Aliento de Luz. De este último libro han salido ya dos ediciones, lo que en estos tiempos y más tratándose de poesía, dice lo suyo! 


















OTROS LIBROS DE LA AUTORA:















FRANCO NO ACABÓ CON LAS NEURONAS DE LAS MUJERES




Está bien visto y conviene, al parecer, asegurar que todo lo bueno se terminó con la llegada de Franco y así hay un artículo en El País que asegura que la Residencia de Señoritas, fundada por María de Maeztu en 1915, "se apagó como tantas otras luces en la guerra civil".

No es cierto. Si bien a los edificios de Fortuny se les dio el nombre de "Colegio Mayor santa Teresa", el espíritu de la Institución –con Franco y a pesar de él- siguió viviendo. Yo he sido colegiada allí a mediados de los años cincuenta y la Residencia – a veces seguíamos llamándola así- fue para mí algo muy importante, una especie de oasis dentro de la España de entonces.

Estaban todavía allí algunas antiguas alumnas de antes de la guerra y también, como secretaria, Eulalia Lapresta, íntima amiga y colaboradora de María. Tenían lugar las mismas actividades de antes: conferencias, lecturas de obras teatrales, audiciones de música clásica, visitas de autores y periodistas, y no precisamente los adictos al Régimen, músicos… Y también se practicaba deporte: el baloncesto.

En las comidas, en las que coincidían todas las colegialas, se hablaba y discutía sobre literatura, cine, teatro, música… También libremente sobre política y con frecuencia se criticaba al Régimen.

Nuestras neuronas "no se enviaron a la cocina", como estúpidamente termina el artículo mencionado. Compañeras mías destacaron en el campo de las Letras, del Derecho, de la Física, de la Arquitectura, de la Medicina, y yo misma, aunque tuve que pasar algunos ratos en la cocina, he hecho un par de cosas no del todo mal.

¿Por qué magnificar de esa manera al "Generalísimo"? Aunque quiso, no pudo acabar con las neuronas de muchas mujeres.


Mercedes Neuschäfer- Carlón. Berlín


MERCEDES NEUSCHÄFER-CARLON




















Continente salvaje (Europa después de la Segunda Guerra Mundial)
Autor: Keith Lowe. Traducción: Irene Cifuentes
Título: Continente Salvaje. Europa después de la Segunda Guerra Mundial
Editorial: Galaxia de Gutenberg. Barcelona . 2012
Páginas: 560
Precio: 26,50 euros



Keith Lowe, uno de los más destacados historiadores británicos de la nueva generación, nos cuenta la historia de la posguerra de la Segunda Guerra Mundial (1944-1949), cuando la sed de venganza y el odio se impusieron en una Europa sin instituciones, sin medios de comunicación, sin comida, sin carreteras, sin ley, sin sistemas de abastecimiento, sin gobiernos estables, sin policía. Millones de personas se desplazaban de vuelta a sus casas o, sencillamente, buscaban un lugar seguro donde establecerse, pero Europa distaba mucho de ser un lugar seguro. “La venganza -dice Lowe –forma parte de la naturaleza humana, es algo innato y difícil de controlar, y hubo una gran ola de venganza en toda Europa”. Sin embargo, apunta el autor había grados: la violencia en la Europa occidental no fue equiparable a la de los países del Este que estaban bajo la influencia soviética.

Se podría pensar hoy en día que el holocausto generó una gran empatía hacia los judíos, pero no fue así. En muchos lugares se reavivó el antisemitismo, de forma muy acusada, como ya hemos señalado, en los países bajo influencia soviética. Los judíos supervivientes de los campos de concentración que volvían a sus casas sin nada, tuvieron que luchar para recuperar sus propiedades en manos de sus vecinos que se negaban a devolvérselas, sino se exponían males mayores. En algunos lugares tiraban a los judíos desde los trenes, los llevaban a los bosques para fusilarlos y los robaban todas sus pertenencias de manera impune. Resumiendo, hacían de sus vidas un infierno. En Hungría, Eslovaquia y Polonia, por ejemplo, hubo verdaderos pogromos. En este conflicto no hubo piedad para las víctimas sino todo lo contrario: odio y rencor sin límites, sobre todo en Polonia donde se calcula que entre 500 y 1.500 judíos fueron asesinados entre la rendición alemana y 1946.

El pogromo de 1946 en Kielce (Polonia) marcó la diferencia y miles de judíos huyeron de la Europa del Este buscando un lugar seguro. En Kielce mataron a 42 judíos (algunos habían sido galardonados con las más altas condecoraciones por sus servicios militares defendiendo a Polonia) e hirieron a otros 80. Lo asombroso es que participó toda la comunidad: milicianos, sociedad civil  (hombres y mujeres), policías, soldados. Nadie hizo nada para detener la matanza. A partir de este cruel acontecimiento, los judíos que vivían en países bajo influencia soviética se organizaron para conseguir llevar el mayor número posible de judíos a Alemania, Austria e Italia, países donde, paradójicamente, habían sido más perseguidos durante la guerra. Desde allí intentaban llegar a Estados Unidos, Inglaterra y, sobre todo, a Palestina.

Ciertamente que en algunos países occidentales y democráticos los judíos, que volvieron después de la guerra no fueron tratados de manera exquisita. Pero era más un problema de “ambiente” social y político que de crueldad y persecución cruenta. Por ejemplo, cuando una judía volvió a su antiguo trabajo en Holanda, su  jefe le negó un adelanto porque en Auschwitz  “tuviste un techo y comida todo el tiempo". Y Rita Koopman, otra repatriada de un campo de concentración alemán, fue recibida por un antiguo conocido con estas palabras: “Tienes la suerte de no haber estado aquí. ¡No sabes el hambre que padecimos!       

                Los sufrimientos de la población alemana repartida por los llamados “territorios recuperados” no fueron menores. A muchos se les aisló en campos de trabajo en los que los guardianes trataron de imitar lo que los nazis habían hecho. La brutalidad fue extrema. Más de 11 millones de alemanes tuvieron que abandonar sus hogares donde, en algunos casos, habían estado durante generaciones e intentar refugiarse en Alemania que, dado su estado de precariedad social y económica, no los recibió con los brazos abiertos. Muchos murieron en los caminos por el hambre y el frío, pero mucho otros no llegaron a poder ponerse en camino hacia Alemania. En Horní Mostênice, Moravia, un oficial checo, Pazúr, hizo detener un tren lleno de familias alemanas con el pretexto de buscar antiguos nazis. Esa noche sus hombres fusilaron a 71 hombres, 120 mujeres y 74 niños. Pazúr justificó el asesinato de los niños diciendo: “¿Qué se supone que debía hacer con ellos después de haber matado a sus padres?".

Muchos grupos étnicos fueron perseguidos cruelmente. La sed de venganza fue feroz: los polacos contra los ucranianos, los ucranianos contra los polacos, los checos contra los alemanes en los Sudetes, los serbios contra los croatas, los soviéticos contra los partisanos en los países bálticos. Tras la firma del tratado de Yalta,  782.582 polacos fueron sacados por Stalin de Ucrania y reubicados en Polonia. 231.152 más fueron expulsados de Bielorrusia y 169.244 de Lituania. En total casi 1,2 millones. Y los polacos respondieron con la misma moneda “repatriando” más de 482.000 ucranianos. La limpieza étnica en los países del Este fue brutal. Los polacos y los ucranianos se mataron entre sí con una violencia feroz. Los cálculos más conservadores indican que los partisanos ucranianos mataron a más de 90.000 polacos. La política de Stalin era fomentar el odio étnico y racial en las zonas que controlaba para intentar crearse nuevas lealtades de las naciones que ahora estaban bajo su influencia

Los niños y las mujeres no fueron una excepción. Aparte de las mujeres consideradas colaboracionistas, otras muchas mujeres que tuvieron hijos por sus relaciones amorosas con  soldados alemanes fueron, junto con sus hijos, marginadas y privadas de sus derechos en la mayoría de los países. Un diario noruego de 1945 consideraba a estos niños como “una minoría bastarda peligrosa” que en el futuro se convertiría en “una quinta columna entre la población noruega”. A las mujeres se las trataba de traidoras a la patria, aunque ellas consideraban sus relaciones un asunto privado. La actriz francesa Arletty en el juicio por su relación amorosa con un oficial alemán exclamo:”Mi corazón pertenece a Francia , pero mi vagina es mía”. La guerra dejó a millones de niños huérfanos y abandonados a su suerte. Sólo en Berlín, 53.000 niños se buscaban la vida entre los cascotees de una ciudad derruida en el verano de 1945. La película de Rosellini, “Alemania, punto cero”, estrenada en 1948, nos muestra la  terrible situación de estos niños y su lucha diaria para sobrevivir.

Continente salvaje es un libro que revela verdades odiosas y que se lee con el corazón encogido. Un libro altamente recomendable que debe leerse con la mente abierta y sin prejuicios para saber lo que fuimos y lo que somos. Un libro para los que quieran saber lo que sucedió en la Europa de la posguerra. Este periodo ha sido poco estudiado de manera global, como si quisiéramos olvidar un periodo negro de la historia, pero como dice Lowe : “ […]  intentar olvidar el pasado sólo nos conduce a más resentimiento y en definitiva a una distorsión peligrosa de los hechos. Los hechos distorsionados son mucho más peligrosos que los verdaderos.  Pero tampoco deberíamos querer olvidarlos. Los sucesos que han conformado el mundo que nos rodea, y que continúan haciéndolo hoy en día, no sólo son importantes para los historiadores, sino para todos. Es nuestra memoria del pasado lo que nos hace ser quienes somos, no sólo a nivel nacional, sino también a uno intensamente personal”.

ISABEL BANDRÉS



Keith Lowe 














He de confesar que no me gustan los musicales y que me da algo más que pereza ver este tipo de películas. Digo esto porque, sin lugar a dudas, mi opinión sobre esta película se verá afectada por mi prevención a este tipo de cine.

En este film, un talentoso y joven director (recientemente ha cumplido treinta y dos años), Damien Chazelle, nos cuenta las dificultades del amor entre Mia, una joven aspirante a actriz que pasa sus días detrás de la barra de una cafetería y presentándose a castings fallidos y humillantes; y Sebastian, un músico amante del jazz que lucha por imponer su música y preservar la pureza del jazz. Hasta aquí nada nuevo, a no ser que resaltemos la correcta interpretación de Ryan Gosling en Sebastián y el buenísimo trabajo interpretativo que hace Emma Stone dando vida a Mia.

Los dos tienen, como cualquier ser humano, sueños que desean ver cumplidos y los dos lucharán por ellos. Los dos se apoyarán, los dos se amarán y los dos descubrirán que la vida cotidiana y la lucha diaria no le sientan bien al amor romántico. La apertura de la película es muy buena, nos habla de la alegría y de las ganas de comenzar a luchar por lo que se desea, pero el final es mucho mejor. Nos cuenta que nunca se consiguen cumplir todos los sueños, que tenemos que dejar por el camino deseos incumplidos. Nada es perfecto, nada es completo. Esa ensoñación de Mia en el cabaret de Sebastian es admirable en su ejecución. Ese deseo soñado de lo que podría haber sido y no es, no tiene precio. La última media sonrisa, entre melancólica y conformada, que intercambian los protagonistas, nos habla de la aceptación de la realidad por parte de unos personajes que han llegado a la madurez y saben que elijamos lo que elijamos siempre dejaremos jirones en el camino y que la felicidad completa solo existe en las quimeras.

Es posible que los amantes de este estilo de cine echen de menos más bailes y más música, pues durante casi la mitad del rodaje no aparece ni una sola canción. Hay que señalar que la ciudad de Los Ángeles se convierte en un personaje magníficamente fotografiada por Linus Sandgren.

Película elegante que empieza muy bien, que tiene algún momento de decaimiento en el centro y que cuenta con broche final espléndido y conmovedor.
ISABEL BANDRÉS














La acción de la película que vamos a comentar es aparentemente simple. Dos hermanos, Toby, padre divorciado de dos hijos, y Tanner, un ex convicto con rasgos psicópatas, llevan a cabo un arriesgado plan para salvar de una ejecución hipotecaría la granja heredada de su madre: robar al banco acreedor para poder pagarles la deuda. Toda la acción transcurre en la Texas profunda de tierras baldías, inhóspitas y pueblos erosionados por el viento, el polvo y la pobreza. La excelente fotografía de los parajes por donde transita la pareja protagonista, junto con una excelente banda musical, nos trasladan a un clima de desencanto y vidas sin esperanza.

Mackenzie, el director, utiliza la anécdota (dos hombres que roban bancos) para contarnos la desesperanza de la gente común, que no puede llegar a fin de mes por mucho que trabaje; las leyes injustas, que permiten a los bancos masacrar a sus clientes; la pobreza de la que es fácil instalarse y muy difícil salir; el amor fraterno y filial, el miedo a la jubilación y a una vida vacía de sentido; el sentimiento de culpa por abandonar a la familia, el deseo de redención, el racismo, la compasión, la venganza, el resentimiento y la imposibilidad de la paz interior. Todo esto adobado con un sentido del humor negro y unos diálogos brillantes que son como latigazos precisos que dan donde tienen que dar en el momento preciso.

Este filme está cimentado por un guión preciso y magnifico de Taylor Sheridan que funciona como un reloj suizo. En él no se descuida nada. Al principio nos introduce en las aparentes alegres andanzas de dos descerebrados de los que no sabemos nada pero hacia los que nos invade una relevante empatía. Poco a poco, vamos conociendo sus personalidades, sus razones y sus emociones mientras se van incorporando otra serie de personajes muy bien dibujados, magníficamente interpretados y con una potente presencia, aunque sólo salgan en pantalla dos minutos. Inolvidables las dos camareras de las cafeterías restaurantes, como los clientes de una de ellas o alguna cajera despistada de los bancos robados. Pero sobre todos destaca Jeff Bridges en su papel de Marcus Hamilton, un ranger texano a punto de jubilarse y que desea hacerlo con todos los honores reduciendo a los dos ladrones de bancos. Este actor, que nunca defrauda, está soberbio en el papel de un cascarrabias de lengua vitriólica que desahoga sus frustraciones y su miedo a la jubilación sobre su compañero y subordinado, un paciente ranger comanche.

El ritmo de la película es notable, vemos a los personajes crecer ante nuestros ojos y la acción se desenvuelve de más a menos de manea natural. La música de Nick Cave y Warren Ellis ayudan a crear ese ambiente desolado y algo patético de un Oeste que no pasa por sus mejores momentos.

Western crepuscular en el que no hay héroes. Los malos y los buenos se confunden y la ley y la ética es sustituida por el salvase quien pueda.

ISABEL BANDRÉS
















No pasa nada” es la frase tranquilizadora que se repite una y otra vez en la primera parte de Loving, película que narra la historia de amor, basada en hechos reales, de Mildred y Richard Loving (hay nombres que marcan un destino). Ella es negra y él, un honrado obrero de la construcción, rubio, casi albino. Su caso cambió las leyes del Estado de Virginia que prohibían los matrimonios interraciales. La Corte Suprema dictaminó en 1967 que el matrimonio es un derecho natural o inherente cambiando así la Constitución de los Estados Unidos.

Mildred y Richard se aman, ella queda embarazada y deciden casarse. Algo que hoy nos parecería normal, en aquel momento (finales de 1950) era castigado en el Estado de Virginia con un año de cárcel, pena que sólo podía ser conmutada en el caso de que la pareja abandonase el Estado durante 25 años. Esta historia de amor podía haber sido contada de varias maneras, pero el director Jeff Nichols se decidió por el clasicismo y la elegancia. No hay encapuchados quemando casas, ni escenas de violencia, ni desgarros dramáticos, ni declaraciones altisonantes de igualdad, ni linchamientos, ni maniqueísmos, ni gestos desaforados, ni sensiblerías fáciles. Sólo la constatación de una injusticia intolerable y la defensa de la dignidad de los protagonistas, pero sin alzar la voz y sin apenas diálogos.

Este film contenido, donde unos actores magníficos, Ruth Negga y Joel Edgerton, nos conmueven, emana de sus imágenes un sutil lirismo en el que la naturaleza se convierte en un personaje más. Una narración serena, de miradas y gestos tranquilos que nos cuenta cómo una pareja se ama pese a tener en contra, nada más ni nada menos, que al poder del Estado. “Dígale usted al juez que amo a mi mujer” dice Richard, el honrado marido blanco, a su abogado. ¿Hay una mejor defensa?

Y sin embargo, en algunos momentos, a pesar de la profunda empatía que despierta esta pareja enamorada, desconectamos de la película y ese “no pasa nada”, tan repetido al principio, parece que se va hacer realidad en el desarrollo de la acción. Y es que esta película se focaliza exclusivamente en la pareja protagonista, Mildred y Richard, dejando a los personajes secundarios sin definir y mal dibujados. Sólo destaca un espléndido Michael Shannon, dando vida a un fotógrafo de Life, quien en su breve aparición ilumina la pantalla y la historia. Creo que unos secundarios mejor definidos hubiesen enriquecido la película y hubiesen evitado algún estancamiento en el desarrollo del argumento.

Está película intimista, elegante, honesta, pudorosa, contenida, donde predomina el buen gusto y la elegancia narrativa está muy lejos de películas como El color purpura, Doce años sin piedad o Criadas y señoras. Jeff Nichols y nos regala una mirada serena y humanitaria sobre la historia de un amor íntimo y tranquilo, protagonizado por una pareja que logra encontrar su lugar en el mundo. 

ISABEL BANDRÉS



https://www.youtube.com/watch?v=_AJwCOnh3GM









NIÑEZ Y TECNOLOGÍA




No hay que olvidar que la frase: "una imagen vale más que mil palabras", realza la imagen gracias a las palabras.


Durante la última década todos hemos presenciado el vertiginoso avance tecnológico y el creciente uso de los dispositivos móviles, posibilitando una conexión con el mundo absolutamente novedosa y enriquecedora. En el terreno de las comunicaciones se acabaron los tiempos de espera, ya nadie aguarda la llegada de una carta por correo postal y con la aplicación WhatsApp podemos saber de inmediato, después de enviar un mensaje, si el destinatario lo recibió, lo ha leído, y hasta si está escribiendo una respuesta.

Actualmente los niños comienzan a usar estos aparatos desde muy temprana edad. Sin ir más lejos, es frecuente ver a los pequeños, antes de cumplir el año, imitar los gestos que realizan los adultos mientras interactúan con sus móviles o tablets y, a otros más mayores, realizar sus tareas escolares mientras esperan un correo del amigo, un comentario en el chat o atienden a su muro Face-book. Están también los que disfrutan con la sensación de omnipotencia que les provoca poder suprimir a un adversario en un juego con un simple golpe de tecla, cuando en la vida real los otros no pueden ser "apagados".

Las nuevas tecnologías abren muchas posibilidades, no hay que pensar -como algunos hacen- que son una catástrofe. Es frecuente ver caer a aquellos que pronuncian esta frase en la contradicción de prohibir a sus hijos el uso de estos dispositivos, a la vez que acuden a ellos para que les enseñen como manejarlos.

Los niños y adolescentes de hoy, se han encontrado al nacer inmersos en una cultura de conexión cotidiana, recibiendo una multiplicidad de estímulos que hacen prevalecer la imagen. Por ello creo necesario poder distinguir las modalidades de lo virtual.  Por ejemplo, en el caso del chat hay palabras, mientras que la mayoría de los juegos virtuales y también algunos dibujos animados están saturados de pura acción.

Hay una gran diferencia entre jugar con el niño en el ordenador -un  valioso instrumento para acompañarlo en sus dudas y experiencias- que dejarlo a solas varias horas frente al aparato, expuesto al enorme volumen de imágenes y sonidos que proceden del mismo. El ordenador no toma en cuenta los propios ritmos del niño para poder "metabolizar" esta información. De ahí el valor de la palabra.

Y al hilo de lo anterior, no podemos olvidar que somos en función del lenguaje. Es decir, heredamos el lenguaje y adquirimos la función de la palabra. De hecho al nacer, antes de caer en los brazos de la madre, el niño nace al lenguaje que lo antecede: cae en un nombre propio que le está esperando, en frases eficaces tan desconocidas como preexistentes a su propia existencia. Siempre nos sorprende comprobar que un pequeño que aún no tiene la palabra entiende todo lo que le dicen e incluso llora cuando le reprenden.

 Por lo tanto, el debate no debe centrarse en si la tecnología es conveniente o no para ellos,  sino en el uso particular y saludable que se hace de estos medios y la actitud de su entorno ante este uso, especialmente su familia. De manera frecuente los padres, absorbidos también por las pantallas y los múltiples requerimientos de la vida actual, creen que el pequeño es un ser a-punto-de-ser. Dejan poco espacio para que sus hijos les planteen preguntas y escuchen sus razonamientos. En definitiva, se trata de comunicarse con ellos como con cualquier otro adulto...y sí también hablar de tecnología.


LIDIA ANDINO TRIONE
Gabinete Psicoanalítico Grupo Cero





UN POCO DE CIENCIA...

MARÍA MITCHEL, ASTRÓNOMA


La astrónoma Maria Mitchell (1818-1889) nació un 1 de agosto. Se la considera la primera astrónoma académica de Estados Unidos y es una referencia para la ciencia de ese país.

Colaboró con el United States Naval Observatory, calculando tablas sobre la posición de Venus.
Descubrió el cometa Mitchell.
María Mitchel con su padre, el también astrónomo William Mitchell

Maria Mitchell y su discípula Mary Whitney, en el observatorio de Vassar College.


María Mitchel enseñando a sus alumnas a utilizar un telescopio








https://ztfnews.wordpress.com/2013/08/01/la-astronoma-maria-mitchell-y-su-cometa/